Antes de saber cómo puede ayudar el ácido hialurónico para regenerar encías es interesante saber qué es este ácido y por qué nos suena y, a su vez, por qué se ha hecho tan popular en los últimos años.
El ácido hialurónico es una sustancia que podemos hallar de forma natural en nuestro organismo, una gran parte de los distintos tejidos y órganos del ser humano. Está presente por ejemplo en la epidermis (última capa de piel de los seres vivos), en los cartílagos e incluso en los ojos, entre otros muchos más puntos.
Este ácido es una parte fundamental para mantener el cuerpo humano vivo y activo. Permitiéndole así regenerar la piel y mantenerla hidratada. En consecuencia está relacionado con el colágeno, puesto que este también hace una función de regeneración. El colágeno une elementos fundamentales de nuestro cuerpo como pueden ser músculos, tendones, piel o cartílagos, entre otros.
Así pues, el ácido se encarga de hidratar la piel y mantener una textura agradable. Però los niveles de presencia en nuestro organismo son algo que disminuye con el paso del tiempo, a causa del rendimiento decreciente en la producción,y es entre la edad de los 30 y los 40 años cuando se empiezan a ver los cambios físicos más notorios, el envejecimiento.
La apariencia de arrugas, las patas de gallo y un notable envejecimiento de la piel, así como sequedad en la epidermis, esta capa más superficial de piel que tenemos los seres humanos y la gran mayoría de seres vivos, pierde hidratación.
Ácido hialurónico para encías
Ahora bien, una vez hemos visto qué es y cuál es su función dentro de nuestro cuerpo, ¿cómo puede ayudar utilizar nuestro dentista de confianza el ácido hialurónico para tratar a nuestras encías?
Con todo el creciente boom que ha tenido la utilización de este ácido para tratamientos estéticos es normal que en el caso de la medicina también tenga su espacio reservado. En este caso, la odontología ha sabido encontrar un buen uso a esta sustancia con la finalidad de mejorar los procesos de realización y curación de tratamientos en pacientes.
Pues si tenemos en cuenta que, al ser un elemento hidratador también es un factor clave a la hora de regenerar partes de nuestro organismo, algo más que beneficioso para cualquier persona tras una operación o proceso de cicatrización.
La utilización del mismo puede verse más que recomendada en casos como:
Donde los pacientes tienen problemas de disfunción temporomandibular, en los problemas a la hora de mover la mandíbula se hacen más que patentes y molestos con tal de regenerar elementos como la mucosa bucal y encías.
Tratar cicatrices orales para favorecer la regeneración de los tejidos y en tratamientos aplicados como es el caso de la ortodoncia.
En tratamientos de cirugía bucal con la intención de reducir la inflamación y así mejorar el tiempo y la calidad del proceso de cicatrización del paciente
Reduce el dolor tras una intervención o tratamiento y además ejerce la función de capa protectora con tal de evitar posibles infecciones o aparición de bacterias.