En nuestro blog sobre odontología muchas veces nos hemos hecho eco de distintas técnicas dentales, aparatología dental o usos de los diferentes materiales e instrumental dental.
En el caso de hoy queremos hablar de un componente muy utilizado en procesos de restauración y reconstrucción de sonrisas, el adhesivo dentario.
Este tipo de productos surgen a partir de la necesidad de mejorar el sellado de materiales a los tejidos dentinarios, es decir resinas y materiales selladores a la superficie del diente.
Una de las principales ventajas que ofrecen los distintos materiales y sistemas de adhesivos dentales es que se combinan con el esmalte. ¿Qué quiere decir esto?
Pues bien, si tenemos en cuenta que el esmalte es en gran medida un compuesto mineral, al tratarlo levantamos sus capas más superficiales, dejando una exposición rugosa sobre el mismo.
Lo que ofrecen los adhesivos es la capacidad de penetrar sobre esta superficie rugosa y convertir la superficie de esta capa en algo más homogéneo, eliminando la rugosidad y ofreciendo una mejor estética y aspecto visual.
Tipos de adhesivos dentales
Algo que no nos cansamos de repetir en nuestro blog es que los avances conseguidos en la odontología a través de los años son muchísimos, tanto en técnicas innovadoras como en la constante evolución de los tratamientos más clásicos.
Por lo tanto, no es de extrañar que en cuanto a los tipos de adhesivos dentales haya sucedido lo mismo, creando una pequeña gran lista de hasta siete generaciones de adhesivos dentales. Vamos a verlas.
Las tres primeras generaciones de adhesivos dentales no fueron de las mejores, ya que no tuvieron los resultados que se esperaban. Como es lógico la evolución se ha ido desarrollando hasta conseguir el tipo de adhesión que mejor funciona.
No obstante, vamos a repasar cronológicamente las distintas generaciones de adhesivos y ver cómo han evolucionado.
Primera generación
La primera generación de adhesivos surgió a finales de los años 70, y se podría decir que pasó sin pena ni gloria. Si bien es cierto que eran altamente resistentes y ofrecían una buena adhesión al esmalte, los resultados no fueron los requeridos en cuanto a sujeción en la dentina.
Segunda generación
A principios de los años ochenta surgió esta segunda generación, pero pese a ser una innovación se podría decir que tanto como por baja estabilidad en los procesos como por porcentaje de éxito insatisfactorio pasó bastante desapercibida.
Tercera generación
A finales de esa misma década se comenzaron a utilizar sistemas de dos componentes, algo que permitió un mejor agarre en la dentina y redujo la sensibilidad postoperatoria de los pacientes.
No obstante, esto se convirtió en un pan para hoy y hambre para mañana, puesto que su duración era deficiente.
Cuarta generación
En los noventa surgió esta cuarta generación, mejorando la anterior y apostando por una hibridación, en la que se mezclaban la superficie de la dentina con el adhesivo.
Lo único malo que ofrecía este sistema era su complejidad a la hora de mezclar los componentes que iban a formar el tándem adhesivo, que se suponía algo más complejo en la clínica.
Quinta generación
Se trabajó para llegar a la quinta generación, obteniendo un buen agarre sobre las distintas superficies además de contar con la ventaja de evitar las mezclas de substancias aunando todo en un único componente.
Sexta generación
Esta generación aporta mejoras respecto a la quinta generación, pero por motivos como la supresión del proceso de grabado, no está aceptada de manera universal.
Séptima generación
La séptima generación de adhesivos dentales representa una mejora que aúna todos los beneficios de la sexta y la quinta generación, ofreciendo un compuesto único y que parece definitivo.
En Suministros Dentales Antón ofrecemos adhesivos dentales de última generación para tus procesos odontológicos. Si tienes cualquier duda o consulta acerca de nuestros distintos tipos de productos, no dudes en contactar con nosotros.