En la publicación de hoy vamos a hablar sobre los brackets metálicos. El tipo de brackets más frecuente en el mercado y que se lleva utilizando desde hace muchos años.
Además, también veremos cómo funcionan los brackets autoligables, un nuevo sistema de anclaje que puede incluso llegar a reducir el tiempo de tratamiento para el paciente.
¿Qué son los brackets metálicos?
Los brackets metálicos, normalmente fabricados en acero inoxidable, son un tipo de aparato de ortodoncia. Se utilizan para proporcionar un fuerte anclaje para el movimiento de los dientes. Estos aparatos funcionan aplicando presión a los dientes. El arco de alambre se inserta en las ranuras del bracket y proporciona la fuerza necesaria para mover los dientes. El grosor del alambre determina la fuerza que se aplica a los dientes.
Hay varios tipos de brackets. El más común es el bracket en L. Es una pieza metálica en forma de L con un brazo vertical u horizontal.
Se fabrican normalmente de metal o acero inoxidable. Estos materiales son seguros y duraderos, y tienen un largo historial de resultados de calidad. Además, son fáciles de limpiar.
Estos aparatos están diseñados para ejercer presión sobre los dientes y son eficaces en la mayoría de los casos. El acero inoxidable utilizado en los aparatos metálicos proporciona el equilibrio ideal entre flexibilidad y fuerza.
Los brackets metálicos están pensados para ser cómodos para el paciente. Las bandas elásticas, que se utilizan para sujetar los arcos de alambre en los brackets, están disponibles en varios colores. Permitiendo al paciente elegir el color que más le guste.
Brackets metálicos de autoligado
Por lo general, los brackets metálicos de autoligado se describen como no causantes de dolor en los dientes cuando se aplican. Esto se debe a que los brackets están diseñados para ser más pequeños y estar más alejados de los tejidos blandos de la boca.
Sin embargo, es importante recordar que los brackets autoligables pueden no ser tan eficaces como los convencionales. Además, los resultados varían según el paciente. Algunos pueden ver los resultados en tan sólo 6 meses, mientras que otros pueden tener que esperar hasta dos años.
La principal diferencia entre los brackets de autoligado y los convencionales es que los de autoligado no utilizan elásticos para mantener el arco de alambre en su sitio. En su lugar, los brackets utilizan clips especiales que ayudan a reducir las molestias que pueden asociarse a las bandas elásticas. Estos clips también permiten un mayor movimiento de los dientes.
El uso de brackets de autoligado reduce el número de ajustes necesarios. Esto significa que los tratamientos requieren menos tiempo. Esto ahorra tiempo a los pacientes en el sillón dental. Además, reduce el número de citas.
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