En esta ocasión abordamos el tema de la fístula dental, un tipo de problema común en los pacientes que acuden a la clínica dental. Es importante saber que existen diferentes tipos de fístulas dentales y del mismo modo, diferentes maneras de tratarlas.
Te presentamos los tipos más comunes de fístula dental así como los tratamientos más eficaces con nuestro material dental.
¿En qué consiste una fístula dental?
Una fístula dental, también conocida como fístula periapical, es una pequeña abertura o canal que se forma entre el extremo de la raíz de un diente y la superficie de la encía o la piel cercana.
Esta fístula actúa como un conducto de drenaje para liberar pus o fluido acumulado en el área de la raíz del diente.
La fístula dental es generalmente un signo de infección en el interior del diente, que puede estar causada por una caries dental no tratada o una infección del tejido pulpar (nervio y vasos sanguíneos) del diente.
Cuando la infección se desarrolla en el interior del diente y no se trata adecuadamente, el pus y los desechos bacterianos pueden acumularse y buscar una vía de escape a través del hueso alrededor de la raíz dental y llegar hasta la encía o la piel.
Las fístulas dentales pueden presentar los siguientes síntomas:
- Pequeña protuberancia o punto de color rojo en la encía o la piel cercana al diente infectado
- Pus o líquido blanquecino que sale de la protuberancia cuando se ejerce presión sobre ella
- Sensibilidad o dolor en el diente afectado, especialmente al masticar o al tocar el área
Fístula dental, ¿cuál es su tratamiento?
El tratamiento de una fístula dental implica la identificación y eliminación de la causa subyacente de la infección. Generalmente, se requerirá una endodoncia o tratamiento de conducto para eliminar la infección del interior del diente.
En casos más severos, puede ser necesario realizar una cirugía dental para drenar la infección y limpiar el área afectada.
El procedimiento que se realiza en la consulta dental para tratar una fístula dental generalmente involucra los siguientes pasos.
Examen dental y radiografías
Se debe examinar cuidadosamente el área afectada y tomar radiografías para evaluar la condición del diente y la estructura ósea circundante.
Las radiografías ayudarán a determinar si hay una infección en el interior del diente y si hay daño en la raíz.
Diagnóstico
Con base en el examen clínico y las radiografías, se debe determinar la presencia de una fístula dental y determinar la causa subyacente de la infección, que puede estar relacionada con una caries avanzada o una infección en el tejido pulpar del diente.
Tratamiento de conducto (endodoncia)
Si la fístula dental es causada por una infección en el interior del diente, se requerirá un tratamiento de conducto para eliminar la infección.
Durante este procedimiento se abrirá el diente, removerá el tejido pulpar infectado y limpiará cuidadosamente los conductos radiculares.
Luego se llenará el espacio interior del diente con un sellador dental y se cerrará con un relleno temporal o permanente.
Drenaje y limpieza de la fístula
En algunos casos, si hay acumulación de pus en la fístula, se puede realizar una pequeña incisión para drenar el pus y limpiar el área afectada.
Seguimiento
Después de realizar el tratamiento de conducto y/o drenaje, es importante seguir de cerca la evolución del paciente para asegurarse de que la infección se esté resolviendo adecuadamente. Es posible que sea necesario prescribir antibióticos para controlar la infección si es necesario.
Tratamiento adicional
En situaciones más complejas o si la infección es extensa, pueden ser necesarios tratamientos adicionales, como una cirugía periapical, para eliminar completamente la infección y preservar el diente.
Tipos de fístulas dentales y causas
Existen diferentes tipos de fístulas dentales que se clasifican según su ubicación y origen. Dependiendo de su origen se clasifican de la siguiente manera.
Fístula periodontal
Se forma en la encía debido a una infección periodontal o enfermedad de las encías. La infección se origina en el área de la raíz del diente y avanza hacia la encía, creando una fístula que drena el pus.
Fístula periapical
Es la fístula más común y se desarrolla en la punta de la raíz del diente debido a una infección en el tejido pulpar (nervio y vasos sanguíneos) causada generalmente por una caries dental no tratada o una fractura dental.
El pus se acumula en el interior del diente y busca una vía de escape, creando la fístula periapical.
Fístula gingival
Este tipo de fístula se forma dentro del tejido de la encía debido a la presencia de un cuerpo extraño, como un trozo de comida, que irrita el tejido y causa una infección localizada.
Fístula bucosinusal
La fístula bucosinusal es menos común y ocurre cuando una infección en un diente o en las encías se extiende hasta el hueso maxilar o mandibular y crea una comunicación entre la cavidad oral y el seno maxilar o el espacio nasal.
Esto puede ocurrir después de una extracción dental o debido a una infección sin tratar.
Cada tipo de fístula dental requiere un enfoque de tratamiento específico. Para asegurar el éxito en la detección y tratamiento de la fístula dental, identificar la causa subyacente de la infección es esencial para eliminar la fístula y prevenir su reaparición.