Probablemente hayas oído hablar del cemento de ionómero de vidrio, pero es posible que no tengas ni idea de cómo funciona ni de cuáles son algunos de los beneficios de los que te puedes beneficiar en la clínica dental.
Los cementos de ionómero de vidrio están hechos de una reacción entre el polvo de vidrio de silicato y un ácido poliacrílico (un ionómero). Esta mezcla puede actuar como cemento de cementación, material de relleno o adhesivo para brackets de ortodoncia. Sigue leyendo para saber más sobre los cementos de ionómero de vidrio.
Los ionómeros de vidrio modificados con resina tienen propiedades físicas similares a los ionómeros de vidrio convencionales, pero liberan flúor en un proceso de dos pasos.
Este proceso consta de una fase inicial de lavado y una fase sostenida basada en la difusión. Ambas fases comparten una ecuación cinética común. Un nuevo tipo de ionómero de vidrio es un polímero modificado con una resina.
Ambos tipos de ionómeros de vidrio tienen una estructura química similar, pero la liberación de fluoruro es un proceso más controlado.
Las restauraciones de ionómero de vidrio pueden resistir al ácido y son conocidas por ser ricas en iones. Como resisten el ataque de los ácidos, son excelentes para una amplia variedad de aplicaciones dentales.
Sin embargo, a diferencia de las restauraciones a base de resina, el ionómero de vidrio no necesita mantenerse seco para funcionar. Por ello, son más duraderas y pueden aplicarse en una sola visita.
Una diferencia significativa entre los cementos de ionómero y los de sílice es la presencia de cationes adicionales en el cemento. Los cementos de vidrio modificados con resina liberan pequeñas cantidades de iones de calcio en condiciones neutras, mientras que en condiciones ácidas se liberan cantidades mayores.
Estos iones, que suelen liberarse cuando se coloca un cemento en una solución ácida, son absorbidos por el diente y provocan una fuerte adhesión entre el cemento y el diente.
El cemento de ionómero de vidrio y las restauraciones dentales
Además de sus otros usos, el cemento de ionómero de vidrio es útil en una variedad de otras aplicaciones, incluyendo las restauraciones dentales. La incorporación de agua en el cemento aumenta su translucidez y sus propiedades de adhesión.
Se cree que este proceso se produce a través de diversos mecanismos, como la coordinación con los iones metálicos, la fuerte hidratación de las moléculas de polianiones o la reacción con las unidades -Si-O-Si. Se ha estudiado la liberación in vitro de calcio y otros metales.
Actualmente, los cementos de ionómero de vidrio están disponibles en dos formas: líquido y polvo. Pueden mezclarse a mano o colocarse en una cápsula precargada.
Este último se suele dispensar con una pistola aplicadora. Tras la mezcla, el polvo debe secarse completamente. Una vez curado, no debe eliminarse antes de su fraguado. La pasta resultante es una pasta de alta resistencia y excelente adhesión.
Los cementos de ionómero de vidrio se utilizan habitualmente en odontología clínica. Entre sus usos están las bases, los revestimientos, los selladores de fosas y fisuras y los adhesivos ortodónticos. Se prepara mezclando polvos de vidrio básicos especiales con ácidos poliméricos, como el ácido acrílico y el ácido maleico.
También sirve como modificador de la velocidad de fraguado. Por ello, los cementos de ionómero de vidrio son muy versátiles.
La bioactividad de los cementos de ionómero de vidrio es equívoca. Al fraguar, desarrollan una capa de intercambio iónico interfacial con el diente, que libera fluoruro durante un periodo prolongado.
Dado que pueden retener el flúor durante un período prolongado, los cementos de ionómero de vidrio se utilizan habitualmente en las restauraciones dentales.