Los selladores dentales, también conocidos como selladores de fisura, son un aspecto esencial en la odontología preventiva moderna. Estos instrumentos dentales han revolucionado la forma en que cuidamos nuestros dientes, ofreciendo una protección adicional contra las caries y otros problemas dentales.
Pero, ¿qué son exactamente los selladores dentales?
¿Qué son los selladores dentales?
En esencia, los selladores dentales son una especie de barrera protectora que se aplica sobre la superficie de los dientes para sellar las fosetas y fisuras, lugares donde habitualmente se acumulan bacterias y restos de comida, y que son difíciles de limpiar solo con el cepillado.
El uso de los selladores dentales ha demostrado ser una solución eficaz en la prevención de caries, especialmente en niños y adolescentes, aunque también son beneficiosos para adultos.
De modo que estos selladores actúan como un escudo, impidiendo que los ácidos y las bacterias dañen el esmalte dental. Su aplicación, realizada por un dentista profesional, es rápida, indolora y puede tener un impacto significativo en la salud oral a largo plazo.
Tipos de selladores dentales
Existen diferentes tipos de selladores dentales en el mercado, capaces de satisfacer las necesidades del consultorio dental, estos son los principales.
Selladores a base de resina
Los selladores de resina son ampliamente utilizados debido a su durabilidad y eficacia en la protección contra caries. Se adhieren firmemente al esmalte dental y se endurecen rápidamente bajo una luz especial. Son ideales para sellar profundas fosas y fisuras.
Recomendados generalmente para molares y premolares en niños y adolescentes, aunque también son útiles en adultos.
Selladores de ionómero de vidrio
Estos selladores de fisura son conocidos por su capacidad de liberar fluoruro, lo que ayuda a fortalecer el esmalte dental y prevenir caries. Aunque pueden ser menos duraderos que los selladores de resina, son efectivos en pacientes con alto riesgo de caries.
Son una opción excelente para pacientes que requieren una protección adicional contra caries, incluyendo aquellos con dificultades en el mantenimiento de una higiene bucal adecuada.
Selladores autopolimerizables
Los selladores dentales autopolimerizables se endurecen por sí mismos, sin necesidad de una fuente de luz. Son útiles en situaciones donde el control de la humedad es difícil o cuando se trabaja en áreas de difícil acceso.
Adecuados para situaciones clínicas complejas o para pacientes que tienen dificultades para mantenerse quietos durante el procedimiento.
Selladores con coloración
Algunos selladores contienen un tinte o colorante que facilita su visualización durante la aplicación y las revisiones posteriores. Esto asegura una cobertura completa de las fosas y fisuras y facilita el seguimiento.
Ideales para uso pediátrico, donde la verificación visual rápida de la cobertura completa del sellador es importante.
Selladores de fosetas y fisuras
Los selladores de fosetas y fisuras son selladores dentales diseñados para proteger las áreas más propensas a desarrollar caries en los dientes. Estas zonas, caracterizadas por tener pequeñas depresiones y ranuras, suelen ser difíciles de limpiar con el cepillado regular, lo que las hace vulnerables a la acumulación de placa y bacterias.
El propósito principal de los selladores de fosetas y fisuras es formar una barrera protectora sobre estas áreas. Al aplicarlos, se sellan estas pequeñas cavidades, impidiendo que los restos de comida y las bacterias se alojen en ellas y reduciendo significativamente el riesgo de caries.
Estos selladores son especialmente beneficiosos para los molares y premolares, que son los dientes con mayor cantidad de fosetas y fisuras. Su aplicación es común en niños y adolescentes, justo después de la erupción de los molares permanentes, aunque también pueden ser útiles para adultos en determinadas situaciones.
La aplicación de los selladores de fosetas y fisuras es un proceso sencillo y rápido. Primero, el dentista limpia y prepara el diente, asegurándose de que esté completamente seco. Luego, aplica una solución ácida para crear una superficie más rugosa que mejore la adherencia del sellador. Después de enjuagar y secar nuevamente el diente, el dentista aplica el sellador, que se endurece, generalmente, con una luz especial.
Cómo se aplica el sellador dental
La aplicación de los selladores dentales es un proceso sencillo, pero requiere precisión y atención al detalle para asegurar su efectividad. A continuación, describimos los pasos típicos que sigue un dentista para aplicar un sellador dental.
Limpieza dental
El primer paso es realizar una limpieza profunda del diente que va a recibir el sellador. Esto implica eliminar cualquier resto de placa, comida o bacterias. El diente se limpia generalmente con un cepillo rotatorio y una pasta especial.
Secado y aislamiento del diente
Una vez limpio, el diente necesita estar completamente seco para que el sellador se adhiera correctamente. El dentista aísla el diente con algodón o un dique de goma para evitar que la saliva lo humedezca.
Aplicación de un ácido grabador
Se aplica una solución ácida sobre la superficie del diente durante unos segundos. Este ácido grabador crea una textura rugosa en el esmalte, lo que ayuda a que el sellador se adhiera mejor.
Enjuague y secado nuevamente
Tras la aplicación del ácido, el diente se enjuaga bien y se seca de nuevo.
Aplicación del sellador
El dentista aplica el sellador dental, que es una sustancia líquida, directamente sobre las fosas y fisuras del diente.
Endurecimiento del sellador
Para que el sellador se endurezca y fije correctamente, se utiliza una luz especial. Esta luz cura el sellador y lo convierte en una capa dura y resistente.
Evaluación y ajustes finales
El dentista verifica que el sellador se ha colocado correctamente y hace los ajustes necesarios. Se puede pedir al paciente que muerda suavemente para asegurarse de que el sellador no afecta a la mordida.
El proceso completo es rápido y no causa dolor, lo que lo hace muy adecuado para pacientes de todas las edades, especialmente niños.
Una vez aplicados, los selladores dentales pueden proteger los dientes de las caries durante varios años, aunque deben revisarse regularmente durante los controles dentales habituales.